Considerada una de las capitales europeas de la cultura, el arte y las vanguardias, Barcelona se convierte en uno de los destinos turísticos más visitados de España tanto por turistas nacionales como extranjeros, aunque su imagen de metrópoli cosmopolita ha conseguido que desde hace años acuda sea una de las visitas obligadas para los turistas internacionales.
La ciudad condal ha sabido aunar una larga tradición histórica y artística con el carácter moderno y cosmopolita que sus hoteles, edificios o museos han cosechado a lo largo de los años.
Aquí conviven de forma pacífica el llamado avantgarde o vanguardismo con sus tesoros más antiguos, como los restos romanos, medievales o los ya contemporáneos Modernistas. Sus grandes arquitectos y pintores como Dalí, Gaudí, Miró o Picasso proporcionan a Barcelona una posición cultural única en el mundo.
Es precisamente esta mezcla entre la historia y la modernidad lo que atrae cada año a cientos de viajeros que además no van a Barcelona de paso. Se trata de un destino de estancias duraderas y con pernoctación, al menos de fin de semana, ya que su amplia extensión y gran oferta turística tanto en la propia ciudad como en las cercanías son el reclamo perfecto para alojarse durante unos días en algunos de los hoteles de Barcelona.
Barcelona nunca duerme
Se dice de esta ciudad que nunca duerme porque está lleva de actividad y dinamismo. Esto se puede apreciar en su amplísima agenda cultural, que ofrece todo un abanico de posibilidades para no aburrirse nunca.
Además de sus impresionantes edificios arquitectónicos, Barcelona cuenta con afamados museos y exposiciones permanentes que se combinan con numerosas actividades culturales que acoge la ciudad: danza, música, teatros, certámenes o congresos.
Las calles rezuman vida y modernidad, sobre todo, si se visita Barcelona durante alguna de las festividades que se organizan en los barrios anualmente. Cada barrio cuenta con la suya propia, como las de Gràcia o Sants, así como las famosas Fiestas de la Mercé. Esta celebración deja maravillado al turista por los castillos, gigantes y dragones o las danzas tradicionales como la sardana, una clara muestra del enorme acervo cultural y artístico de una ciudad plena de encanto.
Pero Barcelona también está en su exquisita gastronomía, que incluye una huerta variada, sabrosos pescados, una deliciosa repostería y espumosos de fama internacional que pueden conocerse de cerca tanto acudiendo a alguno de sus increíbles restaurantes de vanguardia como a sus tradicionales mercados de abastos.
Barcelona late de vida en cada calle, plaza o rincón. Esta ciudad tolerante y abierta abraza al viajero a su llegada, sus numerosos hoteles de lujo proporcionan el descanso y el confort más exclusivos tras las agotadoras y agradables jornadas. Y harán que la despedida sea mucho más difícil: una vez que uno se ha dejado atrapar por su encanto, no querrá irse.