Vans ha cumplido 50 años. La marca que aprovechó el auge del nuevo rock en los años 70 y el desarrollo punk más tardío de los 80, presentó un diseño de calzado innovador y casi transgresor, que sigue causando expectación en la actualidad, sin sufrir lo que muchas otras compañías acusan de trasnochado clasicismo.
Obviamente, celebrar su 50 aniversario por estas fechas le ayuda promocionalmente a venderse en todas las generaciones posibles. Tanto a clientes veteranos como nuevos apasionados de su estilo, gustará la revisión de sus modelos más famosos, que han ocupado portadas de revistas y han inundado de color y estilo miles de calles de todo el mundo.
A ellos se les une ediciones de zapatillas y otras vestimentas que homenajean los 50 años de la marca, cinco décadas plagadas de nuevos modelos cuyos nombres han pasado a la posteridad, desde el Era hasta el legendario modelo 38, el Sk8-Hi digno de todo skater.
Hay un carácter rebelde en todas las prendas Vans. Es difícil de identificar, simplemente está ahí. Puede ser en el estampado interior de algunas zapatillas, en esas costuras irregulares de un chaleco desenfadado, como en una sencilla sudadera, que presenta el logo de la marca como única distinción.
Vans y el impulso digital
Pero lo cierto es que, en realidad, a Vans le ha sentado muy bien la era de Internet. Mientas otras marcas se esforzaban por adaptarse a la Red y a los nuevos usuarios, parecería que Vans nació en medio de Internet, Google y Facebook, como un trending topic de la moda cuyo hashtagh es inagotable. Pero no, la marca es todo un abuelo rejuvenecido con las posibilidades digitales.
Y es que la moda es de los sectores que más se ha beneficiado de las bondades de Internet, de los blogs de estilismo, de los influencers urbanos y de las tiendas online, que te permiten comprar un calzado del que sabes qué talla te viene perfecta y, por tanto, solo necesitas darle al clic o pulsar tu pantalla de móvil.
Tiendas online como Spartoo ofrecen una sección de Vans en la que todo tiene cabida. Las zapatillas vans inundan las líneas de código, acompañadas de bolsos, camisas, shorts y chaquetas en todas las colecciones, estilos y medidas que la compañía se ha dignado a sacar a la venta.
Un par de zapatillas Vans está así disponible para cualquier usuario del mundo. Menos tocarlo puede verlo, examinarlo en detalle, vincularlo a un modelo digital y comprarlo, motivando así que la marca siga creciendo y persiga un siglo de duración entre nosotros, dejando ya muy lejos a Paul Van Doren y sus primigenias Vans deportivas.