Los videojuegos, desde sus comienzos, han recibido calificativos de todo tipo. Están los que consideran a este pasatiempo tecnológico como algo divertido y entretenido, y están los que no dudan en tildar a los videojuegos como auténticos utensilios del demonio, incitadores de la violencia, el sexo y el lenguaje soez.
Pero, al margen de estas consideraciones, y si partimos de la premisa de que hay juegos violentos y juegos que no lo son, lo cierto es que ya son muchas las universidades que no dudan en afirmar que dedicar parte de tu tiempo a jugar a videojuegos puede ser beneficioso para tu salud.
Según los estudios de estas universidades los videojuegos son una buena herramienta para ejercitar nuestro proceso de toma de decisiones, es decir, con ellos conseguimos tomar decisiones más rápido y desarrollar una mejor percepción del entorno y de las opciones a escoger. Esto puede tener su beneficio en la vida diaria de una persona, donde cada día es una constante sucesión de decisiones.
Sin duda, otro de los beneficios asociados al uso de videojuegos lo encontramos entre los niños en edad preescolar. Según diversos estudios en niños de esta edad que juegan a videojuegos, se ha podido comprobar que éstos presentan una mayor y mejor habilidad motora que aquellos que no lo hacen. Dicho de otro modo, el niño que juega a videojuegos desarrolla más rápidamente su capacidad de movimiento y sus habilidades físicas.
Los videojuegos son también un buen tratamiento de alivio contra estados como la depresión, el estrés o el comportamiento agresivo. Gracias a ellos es posible canalizar comportamientos agresivos, liberar el estrés acumulado o canalizar las frustraciones y mejorar tu estado de ánimo.
Otro grupo social donde se han podido comprobar las ventajas de los videojuegos es el de la tercera edad. Se ha comprobado que las personas mayores que juegan con videojuegos realizan beneficiosos ejercicios mentales que ayudan a una mayor y mejor salud mental y anímica.