Prisioneros

Keller Dover se enfrenta a la mayor pesadilla de un padre. Su hija Anna y su amiga Joy han desaparecido. La única pista es una caravana que ha permanecido estacionada en la calle donde jugaban las niñas. Comienza ahora una desesperada búsqueda para encontrarlas; por un lado el detective Loki, responsable de la investigación, por el otro, el propio Keller, que hará todo lo posible para encontrar a su hija.

Al frente de la cinta nos encontramos con el joven director Denis Villeneuve, una de los cineastas más laureados en su país. Su ópera prima es  ‘Un 32 août sur terre’ (1992), película seleccionada en Cannes para competir en la sección “Un Certain Regard”.

La película cuenta además con un reparto de lujo, destacando Hugh Jackman en el papel de Keller Dover y Jake Gyllenhaal en el del detective Loki. Ambos actores están a un nivel excepcional, sumando un punto extra a una película en la que su punto fuerte lo encontramos en el guión.

Jackman es de sobra conocido por su encarnación de Lobezno, aunque su fama también se debe a su trabajo en películas como ‘La fuente de la vida’, ‘El truco final: El prestigio’ o ‘Los miserables’, película esta última con la que fue nominado al Oscar. Por su parte, Gyllenhaal también cuenta con una buena filmagrafía, como es el caso de ‘Donnie Darko’, ‘Brokeback Mountain’ o ‘Zodiac’.

Los secundarios de ‘Prisioneros’ lo son de excepción, con Viola Davis, Maria Bello, Terrence Howard o Melissa Leo, entre otros.

Lo mejor sin duda de esta cinta lo encontramos en el guión. La historia envuelve al espectador a la vez que le ofrece sorpresas y giros inesperados. Un elemento que juega a favor del mismo es la habilidad para crear dudas en el espectador, consiguiendo que cualquier personaje parezca esconder algún secreto.

Lo peor de la película puede ser, quizá, su excesivo metraje. Da la sensación de que la película podría haber alcanzado el mismo resultado sin la necesidad de llegar hasta las dos horas y media. No obstante, también hay que reconocer que en ningún momento la película se vuelve lenta o aburrida, por lo que el tiempo pasa sin que el espectador llegue a darse cuenta.