Peter Jackson nos vuelve a sumergir en la Tierra Media con la segunda parte de la trilogía de El Hobbit. Como ya nos mostrara el año pasado, esta nueva trilogía basada en el universo literario de J.R.R Tolkien presenta un carácter más propio de las novelas infantiles de aventura, algo que difiere de su anterior trilogía de El Señor de los Anillos, algo más seria.
En esta nueva película nos encontramos con un Bilbo totalmente implicado en la compañía de enanos y totalmente comprometido con la causa de éstos: recuperar su antiguo reino de Erebor, ahora en manos del dragón Smaug. La compañía continúa su viaje hacia la montaña solitaria en busca del acceso secreto que les permita entrar en la antaño morada de los enanos, lugar ahora custodiado por el terrible dragón.
Como viene siendo habitual la película vuelve a sorprender al espectador por su espectacular escenografía, su fotografía, su música y sus efectos especiales. Se trata de un gran espectáculo audiovisual, apto para todos los públicos y para los amantes o no amantes del mundo fantástico creado por J.R.R Tolkien.