Todas las apuestas iban en firme hacia una rivalidad del dólar y la libra para afrontar este verano en tendencias alcistas continuas. Los tipos de interés protagonizaban la mayoría de argumentos a favor para ambos países, pero todo ha cambiado en las últimas horas.
El motivo lo encontramos en las actas de la reunión establecidas por el Banco de Inglaterra en julio, en las que se informa de que los 9 miembros del Comité de Política Monetaria han votado por mantener los tipos de interés al 0,5% inamovibles, algo que ya se hereda desde el año 2009. El mayor temor de los miembros es el riesgo de inflación creciente que podría ocasionar esta medida, aunque no se descarta que durante el año 2016 sí tenga lugar.
Esto, sin embargo, se antepone a la decisión sí confirmada por parte de Estados Unidos de subir sus tipos de interés y, con ello, fortalecer aún más el dólar. Janet Yellen, actual presidenta de la Reserva Federal estadounidense, así lo corroboró en su reunión semestral con el Congreso de los Estados Unidos donde, además, confirmó que la medida tendría efecto antes de final de año. Los analistas consideran que podría hacerse efectiva a finales de septiembre.
Si la carrera entre ambas monedas dependía de quién iba a efectuar antes el cambio, la libra acaba de pegar un frenazo ante el dólar, algo que ya se ha visto plasmado en el valor de la moneda.
De unos niveles máximos en el par GBP/USD de hasta 1,5646, en la jornada está bajando a 1,5609. Pese a todo, ha conseguido mantenerse estable en relación al euro, que sigue arrastrando las consecuencias de la crisis económica y política con Grecia. El par EUR/GBP se estabilizó en niveles de 0,7007, todavía positivos.
Todos estos cambios han llegado a los inversores con sorpresa, pues confiaban en los deseos expuestos ante los medios de que los tipos de interés británicos subirían. Es una clara demostración de por qué empresas del mercado internacional de divisas forex como IronFX son tan necesarias.
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