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Si bien es cierto que Lisboa representa la capital de Portugal, ha sido una ciudad gobernada por el cambio a través de sus diferentes momentos. Enfocándonos un poco en sus orígenes, estos se remontan a la época de los fenicios, los griegos, romanos, árabes, españoles y vikingos, quienes de alguna forma fueron tallando los monumentos arqueológicos que dibujan su cambiante transitar y transformación.
La conexión con el río Tajo así como su ubicación geográfica le permite ser una de las ciudades más cálidas de Europa, con temperaturas que a alcanzan los 28°C, lo que permite una estancia agradable, perfecta para explorar sus elementos característicos. Este hermoso río se une por medio del puente 25 de abril y el puente Vasco de gama, con lo que se destaca su accesibilidad en cual a los transportes para desplazarse de forma más ágil.
Debido a su indetenible cambio con el paso del tiempo, es necesario destacar su cultura como un aspecto de especial reconocimiento. La cultura conforma la personalidad del país, la cual se caracteriza a través de los espacios que habilita para las diferentes expresiones de arte, tales como los museos de diversas índoles: temáticos, de historia, de cine, de arte, entro otros; con esto te invita a que la conozcas en profundidad y con la intensidad que cada turista decida.
Europa siempre brinda escenarios especiales para contar historias de forma cerca y abierta con la finalidad de que las personas la aprendan a conocer y apreciar gradualmente. El arte proporciona encuentros fabulosos y de renombre mundial, como es el caso de Jose Saramago, quien dispone de una fundación en esta ciudad. Este autor, quien siempre ofrece historias de cambio contadas desde diferentes perspectivas y contextos, te brinda la oportunidad de conocerlo de forma íntima tanto su obra como su persona, te conecta con lo distintivo de Portugal y sus representantes.
La gastronomía es otro elemento característico de esta localidad de cambio, pr
esenta un deguste amplio de comidas con mariscos, siendo una de las más destacadas Las pataniscas de bacalhau , dado que el bacalao es el pescado representativo de este país. Por otra parte, se destella la pasión por el fútbol como el deporte que domina a este lugar, sus distintas participaciones en las diferentes ligas de Europa y su acostumbrada participación en el mundial, mostrando su potencial en este juego. Así pues, este país presenta jugadores de la talla de Cristiano Ronaldo, Ecko, Maniche, entre otros, quienes enaltecen a la nación y la hacen atractiva en el mundo.
Lisboa muestra con orgullo su representación musical más icónica, Los fados, ejecutados tanto por hombres como por mujeres, se expresan como cantos de tristeza que nos pone en contacto con la melancolía y la tristeza, de allí se deriva su similitud con el tango. Los lugares más famosos para disfrutar de estas melodías se encuentran en Alfama, Mouraria, Bairro Alto y Mandragoa.
Finalmente, es importante valorar la calidez de una tierra que no teme a mostrar su historia y sus lugares majestuosos y sus cantos nostálgicos para el disfrute de sus visitantes.